Y así fue como el árbol que muchísima gente solo había visto en fotografías volvió a ser expuesto y contemplado por todos.
En 1969 George S. Avery, director de Jardín Botánico de Brooklin vio el árbol en una vista a Japon y según sus propias palabras:"A los pocos días de la visita decidí que se arbol tenia que estar en el Jardín botanico de Brooklin" Y a través de un amigo japonés hizo una oferta a Murata por el arbol. Aunque en principio Muirata rechazó la idea de venderlo, tras un año de intercambio de cartas finalmente accedió a su venta. En la carta que escribió para aceptar la compra decía:Personalmente, deseo mantener este árbol en mi colección privada mientras yo viva, pero ya que hablamos de este negocio, estaría dispuesto a venderlo sólo si se cumplen las condiciones vitales necesarias para el árbol. Recientemente, la contaminación del aire en Japón se está convirtiendo en insoportable para los seres humanos y especialmente, para los árboles en el jardín. La contaminación esta causada principalmente por automóviles. Yo no estoy contra el progreso, pero los árboles no lo entienden. Ellos sólo pueden sufrir y morir en silencio en algún momento. Me han dicho que el Jardín Botánico de Brooklyn es lo suficientemente grande que no tenga problemas de contaminación dentro de sus locales y que no hay lugar en los Estados Unidos como el Jardín Botánico de Brooklyn, donde todas las facilidades necesarias están disponibles para una atención adecuada. Por encima de todo, es muy importante que los americanos, la mayoría de los cuales son todavía relativamente extraño a nuestras obras de arte del bonsai, tendrán la oportunidad de apreciar el árbol.En sus memorias escribió: "Estas fueron algunas de mis muchas razones, y al final todo el mundo lo entendido. Dije a mis amigos que yo no lo vendería ni por un millón de dólares, si el Jardín Botánico de Brooklyn fuera un vivero comercial, pero sabia que el personal del BBG daría amor y cuidado a mi árbol, no sólo profesionalmente, sino de corazón.
Algunos detalles del árbol:
Finalmente el árbol fue recogido en Estados Unidos por por el director del BBG y representantes del departamento de agricultura estadounidense, y tras pasar la cuarentena, fue llevado al jardín botánicoEn Octubre de 1971, menos de un año después de su llegada el Jardín botánico de Brooklin anunció que FUDO había muerto sin ni siquera haberse aclimatado a su nueva ubicación. El día 7 de este mes se hizo un "memorial" por el árbol en el BBC
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